Lía Zevallos plantea los desafíos del Censo y de la salud sexual y reproductiva en consulta regional con UNFPA
En los Diálogos para construir una Agenda de Reformas por la Integridad y la Lucha Anticorrupción, Lía Zevallos, Secretaria General de Ashanti Perú, resaltó la urgencia de repensar la ética pública y la participación juvenil.

El ciclo Diálogos para construir una Agenda de Reformas por la Integridad y la Lucha Anticorrupción realizado por Proética, que reunió a representantes de diversas organizaciones juveniles con el objetivo de impulsar la integridad como propósito nacional e incorporar en la agenda pública y electoral de cara a 2026. El encuentro fue posible gracias a la participacion de JPD – Juventud, Política y Desarrollo, la Secretaría Nacional de la Juventud, Impacta – Jóvenes por la Gestión Pública, Hacedoras de Políticas Públicas, Chevening Alumni Perú, Ashanti Perú – Red Peruana de Jóvenes Afrodescendientes, Más Igualdad, la Red Interquorum y, de manera especial, a la invitación de ProDiálogo, que facilitó este espacio plural de intercambio.
Las discusiones partieron de una constatación preocupante: el 59,7 % de peruanos identifica a la corrupción como un problema prioritario, y un 86 % señala que impacta directamente en su vida cotidiana. Con esta base, los jóvenes participantes trabajaron propuestas en seis ejes de reforma: fortalecimiento de sistemas de integridad, mecanismos de control, calidad de los servicios públicos, uso de tecnologías para la vigilancia ciudadana, educación cívica y fortalecimiento de la participación.
En su intervención, Lía Zevallos, Secretaria General de Ashanti Perú, advirtió que la corrupción suele reducirse en el imaginario colectivo a hechos ligados al dinero o a intereses económicos, pero también debe entenderse como prácticas de poder y de maltrato que afectan la confianza social. Recalcó que fortalecer la ética pública es indispensable para reconstruir la relación entre ciudadanía e instituciones, y que este cambio requiere tanto voluntad política como un compromiso cultural profundo.
Finalmente, Zevallos subrayó la relevancia de los 2,5 millones de jóvenes que votarán por primera vez en 2026, quienes necesitan no solo ejercer su derecho al voto, sino también contar con espacios de participación real donde sus propuestas sean escuchadas e incorporadas en la agenda nacional. Con este llamado, Ashanti Perú y las organizaciones participantes reafirmaron su compromiso con la construcción de un país más íntegro, transparente y democrático.